"Quien en pan piensa... es porque hambre tiene"

Revisando algunos de los ejercicios de italiano… la clase se dio afuera, el sol estaba más intenso que de costumbre, el maestro se deshidrataba después de sufrir de una severo fin de semana entre vómito a causa de una comida corrida.

De la clase, la formaban seis alumnos, todos sentados alrededor del maestro formando un círculo. El sol estaba envidiable, para todo aquel que desease mayor oscuridad en la piel…

-Finalmente parto per gli Stati Uniti!- la voz se perdía entre los cantos de los pájaros.
- Si, bennisima.- dijo el profesor atentamente.
-Me estoy deshidratando…- agregó aventando la cabeza hacia atrás.
-Pues que haces ahí, así como andas no es bueno que te asolees ¿sabes?- le contesto una la alumna más grande de la clase.
- Espera me voy a cambiar de lugar.-contestó.
- Bien ahora si todos a la sombra…- dijo otro alumno arreglándose los lentes.
-¡Ay, ahora yo quede muy lejos!- se oyó un reclamo del más lejano.
- Deja tomo un poco de agua.- indicó el instructor poniendo la banca a la sombra de unos de los árboles del inmenso patio, tomo su botella y bebió.
- Toma Gatorade, eso te ayuda mejor.-
- Si ya tome, no me gusta mucho prefiero el agua.-
-A mi tampoco, pero el doctor me receto tomarlo cuando estaba embarazada y no se problema tenía…-indicó la mayor.
- Si al rato me compro uno… bueno ¿quién sigue?- prosiguió el profesor.
- Tienes que tomar agua con electrolitos, sino un Peñafiel.- continuo, haciendo memoria, la que estaba entre el sol y la sombra.
- Si, para la cruda es buenísimo un Peñafiel con limón.-añadió la voz que estaba junto, con tono distraído.
- O si no Pedialite, este también sirve…- confirmó la más lejana.
- O si no puedes tomar Sexo O…- se oyó desde la luz y la sombra con naturalidad...Una pausa de segundos, se dio cuenta de lo decía, se había confundido…- Oral, suero oral…- para entonces ya era tarde…empezó a reír en silencio.
Se oyó otra carcajada libre, espontánea, sin inhibiciones proveniente de la mayor del grupo.
Su sangre empezó a hervir, y el calor empezaba a subir hacia la cara... trato de conservar la seriedad todo lo posible, en un intento inútil para suprimir la risa. – Sí, cuando los niños tienen diarrea, en las farmacias venden unos sobrecitos de Vida Suero Oral, para que nos se deshidraten…- la voz temblaba, haciendo un esfuerzo por explicar, no pudo, más que reír y reír. - ¡Ah claro el Suero Oral!-le contesto la chica que se escondía bajo unos grandes lentes de sol, -Si, ese es super bueno- afirmó.
- Ay, ¡que bárbara!… ja, ja, ja, ja…- no paraba de reír, la mayor del grupo.
- ¿Qué fue lo que dijo?.. ¡Sexo oral!, ja, ja, ja, ja- afirmo otra voz, saliendo de la distracción para entrar a la risa.
- Ya ves… “El que en pan piensa, es porque hambre tiene…”- afirmo moviendo el dedo índice en advertencia, sin parar de reír, doblada completamente la mayor.
- No, claro que no, ¿por qué dije eso?- pensó, pero ya había ocultado la cabeza sobre la banca pues no aguantaba la risa y el desconcierto…negó con la mano.
- ¿Haber como que hambre tiene?, ja, ja, ja, ja,- afirmó el profesor volteando a ver a la que dijo el refrán.
- ¡A mi no me mires! ¡Ella lo dijo!- todavía tratando de salir de la risa.
- Si yo escuche, Sexo Oral, y pensé, no ese no me lo sabía...- dijo riendo la voz distraída.
- Ay, ahora si me sacaste… ¡que bárbara!- dijo sin dudar la mayor, recuperando el aliento.
- Bueno continuemos… - siguió el profesor conteniendo la risa.
- Va al letto con la sua ragazza… Se oyeron carcajadas al unísono… y todo fue... muy mal.