Vampiro

Hoy he despertado de la nada, ¿ya es noche o madrugada?, mi sendito del tiempo se ha perdido completamente, no se como encontrarte pero no importa, quizá me leas o no, en si no es relevante, puede ser este que deseo sea ya el reflejo o mera consecuencia de traerte en la mente desde hace un tiempo, para ti mi ausente, he dibujado algo, mas no es mi afán mostrártelo ahorita, en lo que me pierdo de todas esas palabras que te dedico, recuerdo el sonido tu voz en la ultima conversación que tuvimos, por un largo rato de manera entrecortada a través del audífono, lograba escuchar todos tus relatos, para darme a entender tu punto omnipresente. Todas tus palabras aún hacen eco en mi memoria... y se me encoge el corazón, se me nublan los ojos, porque una parte de mi está de acuerdo contigo, pero por lado me retuerzo y me resisto de aceptar todo tal cual me lo ponen, ves así es mi naturaleza...

Esta ocasión hablamos con gran alegría, sorpresa, reíamos constantemente, algo diferente, muy casual y más que nada espontánea, había recibido tu llamada, como siempre de la nada, te decía que me había ido, hacia el mar, a estar en la playa de un lugar al sur. Estaba ahí yo, en la orilla, gozaba sentir como los pies se van hundiendo cuando las olas arrastran la arena y dejaban marcadas mis huellas que pronto desaparecían, ahí con el celular en la mano, me decías que andabas perdido ahí, donde sabía que andabas, que te habías enterado de manera mística donde me encontraba y que sabías que el lugar era increíble, posiblemente considerarías escaparte ahí, algún fin de semana que tuvieras libre.

De nuevo me dabas nombres de miles de libros que hablaban sobre miles de cuestiones humanas en las que nos solemos meter a discutir a veces, algunas eran ideas geniales otras simplemente, sólo son coherentes en los sueños. Me acuerdo ahora y me río, porque siempre me salta la mente aquella vez, que caminaba con aquella calle grande donde tomábamos el autobús para ir hacia el centro comercial que estaba hacia arriba del OSIC, iba yo perdida en un sin fin de emociones e ideas, pero sólo una era la que envolvía mi ser en incertidumbre, esa que te invade cuando ya eres consiente de que algo te tienta y no quieres ceder... iba pensando, mientras subía trabajosamente por la acera, sentía el viento frío acariciar violentamente mi rostro, traía la mirada perdida en el piso... y de la nada como mi sombra te me apareciste caminando a mi lado, creo esa ya es una fascinación tuya, es un deporte para ti, hacer eso, más que el simple hecho de querer compartir el camino ya que por casualidad íbamos para el mismo lugar.

Así subimos, te conocía porque ya tenia habituada tu presencia en mi espalda, como mi sombra, al tomar las clases de japonés, somos parecidos me dices y me asombra, eso en verdad no lo se, pero nos dijimos muchas cosas ese día, curiosamente obtuve placer en encontrarte extraño, como reservado, con un agudeza tal que me creaba gran desconfianza, como en un juego, pero aún así, caminé contigo, llegamos, paseamos, caminamos durante mucho tiempo, y al regresar... nos perdimos, luego ahí sentados en el frío platicamos de nuevo, yo comía, mientras mi angustia crecía y crecía porque anochecía más y más y no venía un bendito camión... "¿a que le temes?", me preguntaste o al menos ese era el mensaje que querías darme, y en verdadno sabia que contestarte, en fin... que día aquél...

¡Ah! mi ausente, lo mas curioso es que ahora en esta soledad nocturna, visto colores abatimiento, tristeza y desgaste. He de confesarte que de ellos surge la inspiración, reflejada en este sueño en el que te llamaba desde la orilla del mar sintiendo a las olas acariciar mis pies. Me consuela que aún de este sentimiento asfixiante, logro crear algo; no es presumir mi estado através de mi obra, pero a veces, la inspiración se nutre de las cosas más profundas y sublimes que el mismo creador trae dentro, aún cuando no te veo, me da la impresión de que me escuchas o al menos eso quiero creer. Es lo maravilloso de esa comunicación místico-eterea que tenemos, conectados, donde siempre de la nada me criticas mis nicks o mis gustos de las canciones en español, me llenas de música multirythm, ¡ah! y que decir de tus cuentos nocturnos, de la yuxtaposición de tu poesía con mis ficciones, tu voz narrandome una leyenda o relato, ver flashear subitamente la ventanita del messenger con una sola pregunta "¿a qué juegas?", como tratando de ver mi mano de cartas en un juego de naipes, lo que queda "acá entre nos" y de la infinidad de conversaciones sin terminar... ja, ja, ja así es mi Vampiro, suspiro hoy de este sueño, ya te has convertido en un personaje de mis ficciones, no muy recurrente, pero en verdad cuando te presentas te siento cerca.

Quizá la poca fortuna de tu ausencia es que como dices, concebimos el espacio y el tiempo de manera diversa, es uno de los precios que pagamos, tu por ser hombre y yo mujer, pero aún así, espero que eso que ocupa tus días por fin te de como fruto el éxito de tus altas presunciones.