jueves, diciembre 27, 2007

Arroz...

“Erre con erre, cigarro, erre con erre, barril,
Rápido ruedan los carros,
Cargados de azúcar del ferrocarril.”
Trabalenguas popular.

Y ahora, henos aquí tu y yo, me preguntas cuáles son mis propósitos de año nuevo, más sería demasiado hipócrita de mi parte, decirte una serie de compromisos que no voy a cumplir, como aquella mujer que crea miles de bocetos y los rompe arruga tira y sigue creando otros, unos son bellos, perfectos pero carecen de ese sentido de convicción que los hace certeros, así pues, sólo puedo confesarte que la misma vida me va presentando mis obstáculos, ella me va demandando que necesito, entonces me entrego a ella y en sus manos vivo, no tiene caso, proponerse algo que caduca, o que en mi caso, lo que hubiese deseado en mi utópica mente ya no puede realizarse. Todo pasa en un parpadeo ma chèr, ves there is no use at all.

Ahora imagino tu cara de diversión ante mi respuesta y las palabras de ánimo que de pronuncian tus labios, más ahora, en esta mi catarsis, doy respuesta a muchos de los temas que últimamente me has puesto en la mesa, como siempre, estoy aquí, como cuando jugábamos rol a mitad de la madrugada, con un sueño del demonio y nos dabas tiempo para armar nuestros argumentos, un discurso convincente para salvar la vida ante nuestros superiores y sin morir en el intento. Así mismo, ahora yo te hago saber mi sentir, con estas palabras que a veces me parecen determinantes y cambiantes en cuanto pasan tus ojos sobre ellas.

No intento como sabes, ganar puntos como en aquél entonces, ni cambiar tu punto de vista o tu aprobación, no hay punto, solo palabras, una respuesta propia a una serie de interrogantes y cuestiones que llevo dentro del intelecto desde tanto. Aquí te tomo como mi punto de inflexión, para llevar mi introspección a un certamen de ideas (seguramente sin sentido), que casualmente (cual Kafka), sueles tener el tino de traer cartas a mi mesa que van de acuerdo con mi juego.

La fuerza va más allá de un empuje que se le aplica a un objeto, que la vigorosidad de un cuerpo sano, bien nutrido y ejercitado, que la energía creada por los midiclorians para hacerte saltar como chapulín o manejar una espada láser o la grandeza espiritual que logras por tus propias convicciones.

Como hablamos, y ahora escucho tus risas adelantándome a un posible cambio de tema más banal, continúo con mi hilo de ideas, el ser fuerte para mi va más de la mano con la voluntad del ser, como un simple impulso que te viene de ti mismo dado a la química con la que estamos compuestos, más no profundizaré en el tema pues mi sapiencia en el área es limitada; sin embargo, lo que quiero decir es que es inasible, como el viento, sólo la puedes sentir y me atrevería a decir que sólo es palpable cuando la aplicas en algo en concreto.

Dada su naturaleza, se desgasta más no desaparece, unicamente se debilita o se fortalece (valga la redundancia), así pues en un sentido más humano, la fuerza no sólo es física como sabes, sino mental o emocional o etérea (ésta ultima es la que percibes en un ambiente determinado). La fuerza, se alimenta de los sentimientos propios (amor, odio, felicidad, tristeza, sufrimiento), de los estímulos externos, y su uso es particular, pues cada individuo la utiliza como ha aprendido a manejarla.

Así llego a otro punto habíamos tocado y me quedó plasmado en la mente, en el que la fuerza, es como dijiste, esa flexibilidad que logramos tener ante el cambio (he ahí mi catarsis y mi cruz), pues muchos logran confundir a un individuo fuerte con alguien rígido, el cual ante la presencia de un punto de inflexión se quiebra, pues no tolera la frustración, ni los sentimientos que ésta le provoca. El fuerte, es flexible, sabe doblar la cuchara a según su circunstancia interna y externa; no busco bromear con esa teoría de la Matrix, pues me parece algo muy verdadero, no todos tiene esa capacidad, ceder y dejarse llevar, tomándose a si mismo como capitán del barco te deja los brazos, piernas, mente y corazón, extremadamente agotado.

Esta flexibilidad es la que te permite aguantar tanto, te estiras y vuelves a tu estado original, la fuerza siempre está en movimiento así sea aquella que se queda en un punto determinado, esta moviéndose dentro de sí misma. La fuerza es una convicción definida y clara, algo que te lleva a tener un poco de osadía e irreverencia ante el miedo y todos los riesgos que hay para lograrla, es eso que te orilla no sólo a moverte sino a ser constante (en un equilibrio dinámico) o en su completa extrapolación se estrella contra los extremos cuando no tiene ningún control, y pues como te lo digo, acabas completamente desgastado.

La fuerza muestra dureza más no rigidez, que en un sentido más profundo te permite convencer a cualquiera de hacer algo puede también desmembrar una unidad en sus partes. Ella para mi es meramente humana, pues así la hemos denominado para expresar nuestro mundo lleno de perversiones y bondades, es tan generosa que en ambas las refuerza o las combate y aniquila. Para mí hasta cierto punto es caprichosa, porque también como todo el individuo surge casi siempre en los breakpoints, como animales la usamos para nuestra supervivencia en nuestro entorno.

Esta brinda una gran intensidad en todo, y por lo general tiende a exagerar cualquier cosa, un color, un sentimiento, una idea, un movimiento, etc. Y si me permites decirlo, es lo que la hace tan relevante, pues con ella obtenemos poder, seguridad, prestigio (¡ah!, la vanidad, bueno quizá exagero más no es ajena a todo esto). Mal usada puede crear ultra violencia (y si no pregúntale a mi drugo Alex con su Naranja) e intimidación. Así como también es un gran soporte para las depresiones, desiluciones y tristezas, su relación con el ser humano, es antiquísima, pues viene consigo como el libre albedrío, cada quien la desarrolla según su contexto, físico, carácter, temperamento y sobre todo la experiencia.

Para mi la fuerza es esa tensión y emoción que sientes justo antes de que el carrito de la vuelta en la caída libre de una montaña rusa, te jala y te transforma en cuestión de segundos, y a su vez puede ser tan sutil como el sentimiento plasmado en un cuadro o en un dibujo, en una creación. La fuerza, nos obliga a actuar, siempre, ya sea a través de un golpe, de una idea, de un beso, de una caricia o abrazo, de un deseo, del enojo, de la atracción hacia el sexo contrario o propio (según los gustos y tendencias de la moda).

Es aquello que el padre de todos nosotros nos ha dado en su generosidad y sadismo, para tomarla como herramienta y poder llevar nuestra existencia en este paraíso que nos ha creado desde su mente. Unos la usan más que otros, otros la guardan menos que algunos y la lista sigue, pues está siempre presente en todos lados, como aire que respiras, como la infinidad de aromas que describía Gray en su búsqueda desbordada por conocer todos los placeres en este planeta generoso.

La fuerza está en el cielo y el infierno, pero si permaneces en el limbo, seguramente permanecerá estática sin posibilidad de expandirse o contraerse. Nos convierte en amos y esclavos, nos da un gran puesto en el escalafón de la cadena alimenticia. Nos hace depredadores y presas, nos impulsa a cazar o a ser cazados.

La fuerza es lo que me llevó a decirte todo esto.

Que la fuerza nos llene este año que entra monamie, para que con el tiempo, como me llegaste a decir alguna vez, usemos nuestro conocimiento para construir y destruir, así, luego entonces, nosotros pondremos las reglas. (¡Ah! Que bello es el caos con todo y su orden, la muerte (con toda y su trascendencia en vida) y la destrucción (pues permite crear tantas versiones mejoradas e innovadoras).

Brinda conmigo pues, ahora he desgastado la mía con todas estas palabras, en este momento de soledad e introspección, cuando todos duermen, la usaré sin descanso, las razones sobran, con motivos inestables, y bocetos rayados, henos aquí tu y yo, que tras 11 años, esta la fuerza en ambas para permanecer juntas a pesar de todas nuestras diferencias y desencuentros, de nuestros intereses. La fuerza es amistad, pues como te digo no se ve, a menos que la plasmes (en el trato), ya lo que le sucede es mera causalidad.

Feliz 2008, sin afán alguno, te lo pongo por escrito pues la voz esta dañada y los pulmones exhaustos, así pues estaría en el mood, como mi héroe del crimen, de ponerme con delicioso sarcasmo ante mi confidente cocaína al X% en una posición sublime vía intravenosa. (Es broma, no te espantes, estoy tan dopada, que no sólo vía intramuscular es suficiente sino la oral también cuenta).

Tanti saluti. Buana fortuna in questo Cappodano. Auguri!
PD. Scusa la lungueza, e degli errori ortografici ma non lo corregiró fino domani. Espero sea de tu agrado. (Disculpa longitud y los errores, los corregiré mañana).


Y pa ti ¿qué es la fuerza?

sábado, diciembre 01, 2007

Almost Blue

"Anche i colori per me hanno un altro significato. Hanno una voce, i colori, un suono, come tutte le cose. Un rumore che li distingue e che posso riconoscere. E capire. L'azzurro, per esempio, con quella zeta in mezzo è il colore dello zucchero, delle zebre e delle zanzare. I vasi, i viali e le volpi sono viola e giallo è il colore acuto di uno strillo. E il nero, io non riesco a immaginarlo ma so che è il colore del nulla, del niente, del vuoto. Però non è solo una questione di assonanza. Ci sono colori che per me significano qualcosa per l'idea che contengono. Per il rumore dell'idea che contengono. Il verde, per esempio, con quella erre raschiante, che gratta in mezzo e prude e scortica la pelle, è il colore di una cosa che brucia, come il sole. Tutti i colori che iniziano con la b, invece, sono belli. Come il bianco o il biondo. O il blu, che è bellissimo. Ecco, ad esempio, per me una bella ragazza, per essere davvero bella, dovrebbe avere la pelle bianca e i capelli biondi.Ma se fosse veramente bella, allora avrebbe i capelli blu.
Ci sono anche colori che hanno una forma. Una cosa rotonda e grossa è sicuramente rossa. Ma le forme non mi interesano. Non le conosco. Per conoscerle bisogna toccarle e a me toccare non piacce toccare la gente. E poi con le dita sento solo le ocse que ho attorno, mentre con le orecchie, con quello che ho dentro la testa, posso arrivare lontano. Preferisco i rumori."

[Da Carlo Lucarelli, Almost Blue, Einaudi, Torino 1997, pp 8-9]

Incluso para mi los colores tienen otro significado. Tienen una voz, los colores, un sonido, como todas las cosas. Un ruido que los distingue e que puedo reconocer. Y entender. El aZul cielo (aZZurro), por ejemplo, con aquella Zeta en medio es el color del aZucar, de las Cebras (Zebre) y de los Mosquitos (ZanZare). Los Vasos, los Viales y los Zorros (Volpi), son violetas (Viola) y amarillo (giaLLo) es el color agudo de un trino (striLLo). Y el negro, yo no logro imaginarlo paro se que es el color de la Nada, del vacío (Niente). Pero no es solo una cuestión de asonancias. Hay colores que para mi significan algo por la idea que contienen. Por el sonido de la idea che contienen. El verde, por ejemplo, con esa eRRe rasposa, que araña en medio y pica y desolla la piel, es el color de algo que arde, como el sol. Todos los colores que inician con la B, por el contrario, son Bellos. Como el Blanco (Bianco) y el ruBio (Biondo). O el azul (Blu), que es bellísimo. Helo ahí, por ejemplo, para mi una muchacha Bella, para ser verdaderamente Bella, debería tener la piel blanca y el cabello ruBio.
Pero si fuera verdaderamente Bella tendría el cabello azul.
Hay colores que tienen una forma. Una cosa redonda y grande es seguramente rosa. Pero las figuras no me importan. No las conozco. Para conocerlas hace falta tocarlas y a mi no me gusta tocar, no me gusta tocar a la gente. Y entonces con las manos solo siento las cosas que tengo alrededor, mientras con las orejas, con aquello que tengo dentro en la cabeza, puedo llegar lejos. Prefiero los sonidos.


¡Ah!, en verdad que bello, la sensibilidad que lleva el instinto de la imaginación, que ante la imposibilidad de ver, da rienda suelta a una libertad infinita y sumamente deliciosa. Como me inspiran las cosas como esta, lo he traducido del italiano, espero les agrade.